si te llamara. Me seguirías?

Saturday, July 08, 2006

LOS AGUSTINOS RECOLETOS







Los agustinos recoletos son hijos de la restauración cristiana católica de la segunda mitad del siglo XVI. Nacieron en diciembre de 1588, en el seno de la provincia agustiniana de Castilla, instaurando un sistema de vida más austero y perfecto siguiendo la Forma de vivir, redactada por Luis de León, cuyos catorce capítulos concretan el deseo de mayor perfección, intensificando la vida contemplativa y comunitaria, y acentuando los rasgos ascéticos de la vida religiosa, que comenzaron a practicarse en el convento de Talavera de la Reina en octubre de 1589.

En 1602 la Santa Sede desligó los cinco conventos reformados de la obediencia del Superior Provincial de la Provincia de Castilla y erigió la Provincia San Agustín de Frailes Recoletos Descalzos de España, dependiendo del Prior General de la Orden, a cuya autoridad se le señalaban límites precisos. Tres años más tarde, el segundo Capítulo Provincial abrió la reforma al horizonte misional enriqueciendo el carisma y acomodándolo más al modelo agustiniano: servir a la Iglesia donde ella los necesite.
En 1621 la Santa Sede elevó la Provincia al rango de Congregación religiosa, encomendando su gobierno a un Vicario General elegido por sus miembros pero dejando intacta la jurisdicción del Prior General de la Orden de Agustinos. Ese mismo año se celebró el primer Capítulo General, en el que la Congregación se dividió en cuatro provincias: tres tenían sus conventos en España, y una en Filipinas. A principios del siglo XVII, a imitación de la recolección castellana, surgió otro movimiento reformador entre los agustinos colombianos.
En 1604, el consejo de la Provincia Nuestra Señora de Gracia les asignó el convento El Desierto de la Candelaria y les dio normas de vida, redactadas por Vicente Mallol, que estuvieron en vigor hasta que en 1616, los recoletos colombianos adoptaron la Forma de vivir de los recoletos españoles; en 1629 se incorporaron a la recolección castellana y en 1666 pasaron a formar la quinta provincia de la congregación.

Desde su nacimiento y hasta mediados del siglo XIX la congregación fue básicamente contemplativa y misionera; a partir de entonces experimentó un cambio profundo, las desamortizaciones de España (1835-1837) y Colombia (1861) la despojaron de sus conventos, impidiendo la vida común y la transformaron en una comunidad apostólica, es decir de vida activa.

A principios del siglo XX la comunidad consiguió plena autonomía jurídica. Por rescripto del 18 de julio de 1911, la Congregación de Religiosos sancionó su total independencia del Prior General de los Agustinos. Un año más tarde, el 16 de septiembre de 1912, Pío X la inscribía en el catálogo de las órdenes religiosas, concediendo a su superior el título y las facultades de Prior General.
Desde esa fecha la Orden ha venido fortaleciéndose en diferentes países de cuatro continentes: Europa, Asia, África y América, sirviendo a la Iglesia en los apostolados: misional, parroquial y educacional, llevando a los hombres el mensaje cristiano desde la experiencia carismática.

ORACIÓN POR LAS VOCACIONES AGUSTINIANAS


ORACIÓN POR LAS VOCACIONES AGUSTINIANAS

Señor Dios nuestro:
Haz que el clamor de tu voz llegue a muchos,
Que se levanten y vivan unidos en Ti.

Prepara sus corazones con tu palabra, de modo que se dispongan
a evangelizar a los pobres
Y a cuidar de tu mies abundante.

Señor, que todos los llamados a la vida agustino recoleta escuchen tu voz
Y puedan cumplir tu voluntad.
Amén.
Órala con nosotros para que el Señor dueño de la mies, envíe trabajadores y haga perseverar a los que ya estamos en su viña.

Historia de la Salvación

El Catecismo nos presenta la Historia de la Salvación del Hombre por Dios, por lo tanto ellos dos son los protagonistas.

· Dios como creador del hombre.
· El Hombre que recibe de Dios los medios para salvarse.

Por su conducta, el Hombre está en absoluta libertad para aceptar o rechazar la salvación. Dios es creador porque lo ha hecho todo de la nada. Ha hecho tanto las cosas materiales como las espirituales.

Dios es un ser espiritual, todopoderoso, creador, salvador eterno, infinitamente bueno, dueño y Señor de todas las cosas.

Esta historia, tiene como punto de arranque y experiencia radical la liberación de la esclavitud de Egipto, se va realizando de manera progresiva y dinámica según el plan de Dios. Los acontecimientos, que están enlazados y unificados por la intervención personal de Dios como protagonista principal, no se realizan sin la colaboración de los hombres, una colaboración que Dios mismo suscita.

Otras veces las cosas salen a pesar de ellos y aun en contra de ellos; en efecto, la Biblia subraya reiteradamente las resistencias e infidelidades del pueblo, de manera que desde el Génesis al Apocalipsis predomina una dinámica de pecado-liberación (normalmente entre el pecado y la salvación suele mediar la experiencia del propio fracaso,que es invitación a convertirse y volver a Dios).

En este sentido toda la Biblia es historia de salvación, relata una serie de hechos interpretándolos, no desde el punto de vista político, económico, social, etc., sino desde el punto de vista de Dios.

Por eso, los autores sagrados no tienen demasiado empeño en aportarnos excesivos detalles, sino que proporcionan los datos esenciales y se detienen sobre todo en su significado profundo, en el sentido que tienen a la luz de la fe. Hasta los asuntos más triviales y «profanos» son recogidos, pues encierran un mensaje de Dios y son portadores de salvación.

Perdónate a ti mismo

Perdónate a ti mismo
Dios es perdón
y hace fiesta en el cielo
cada vez que un hombre se arrepiente.

Tú puedes perdonar a tu hermano
cada vez que él te ha ofendido.

Y puedes pedir perdón
cuando has pasado de largo ante tu prójimo.

Pero lo que más te cuesta
y lo que más necesitas
es perdonarte a tí mismo.

Que te aceptes como eres,
que te quieras con tus defectos,
con tus limitaciones
con tus problemas y tus miserias.

Ama tu vida, tu historia, tu pasado,
con todo lo que has vivido,
con todo lo que has experimentado,
con tus sentimientos y tus ideas.

Porque creer en el perdón de Dios
te puede resultar relativamente fácil.

Perdonar al que te ofendió
puedes hacerlo con gozo.
Incluso pedir perdón
lo puedes hacer cada día.

Pero perdonarte tí mismo
es creer verdaderamente
en el poder liberador de Dios,
y es condición indispensable
para que vivas en paz.

EL CONSEJO DEL OSO

Dos amigos atravesaban un bosque.
Un oso hambriento les salió al encuentro.
Uno de los dos huyó rápido, sin preocuparse del amigo.
El otro, para salvarse, no encontró fórmula mejor que tirarse en tierra, inmóvil, como si estuviera muerto.
Llegó el oso, le chupo durante un buen rato, creyéndole muerto, y se fue.
El amigo que había subido a un árbol, todavía temblando, pregunto:
- << Cuando el oso se ha acercado, parecía que te estaba hablando. ¿Qué te ha dicho? >>
- << Me ha dicho una sola cosa: no te fíes de los amigos como tú >>.
(L. Tolstoi)

Monday, June 05, 2006

Carta de san Agustín a los jóvenes

Queridos jóvenes:

Supongo que ustedes se sorprenderán de esta carta después de tanto tiempo sin saber apenas quién soy y sin haberme decidido a hablar con ustedes antes.

Bueno me presentaré: soy Agustín, el de Hipona, ese que nació en Tagaste en el año 354 y que luego fue obispo y después santo,...pues ese soy yo.

Seguro que algo habrán oído hablar de mí, seguro que conocen a alguno de los míos bien porque les han dado clase, bien por la catequesis, el deporte, los grupos juveniles,...pero no sé si saben quién soy yo.

Les cuento (y perdonen el rollo), yo fui un joven feliz, con amigos (siempre con amigos) que era muy inquieto, es decir, no paraba un momento; estudié en Tagaste y Madaura ( en el Norte de África), estuve en Cartago, en Roma, en Milán,... fui pagano (como mi padre Patricio), luego miembro de una secta llamada de los maniqueos, luego caí en el escepticismo (agnóstico para aclararles) hasta que por fin reposé mi corazón en Cristo y me bauticé cristiano.

Durante todo este tiempo tuve una novia, casi mi mujer con la que tuve un hijo, pero antes viví el ambiente de Cartago, que me fascinaba con sus noches de fiesta, sus teatros, su música, sus mujeres y su buen vino. Fue una vida que creo que no es muy diferente de la que muchos de ustedes llevan cuando salen los fines de semana. Una vida llena de juegos, borracheras, distracciones y ruidos que aunque no me llenaban la vida, la hacían más llevadera.
Como les decía antes, siempre tuve ganas de buscar la Verdad y siempre partí de mis amigos...ellos me acompañaban en las diversiones y en los estudios, ellos me apoyaban en mis depresiones y malos momentos y compartíamos juntos nuestras alegrías... ¡no sé qué hubiera sido de mí sin ellos!

Mi madre Mónica me insistía mucho con eso del cristianismo y yo pensaba que era cosa de mayores e ignorantes y ni siquiera me paraba a escuchar: ¡cómo una persona inteligente, con su vida programada y montada iba a creer o a comprometerse con esas tonterías!...pero un día pasó: entre el ruido y mis planes de futuro oí algo, no sé si fue una llamada o simplemente el hecho de pararme a pensar sobre mi vida, sobre lo que hacía.

Y bueno, llegó mi "conversión", descubrí otro camino, otra alternativa a la vida que llevaba hasta entonces. Aposté por ese camino, después de mucho pensar y les aseguro que me dio la felicidad.

Por esto les escribo, para contarles mi vida y para que sepan que algunos de los míos irán a verlos pronto y ellos les contarán cómo vinieron a mi, por qué son ahora de los míos, que dudas y problemas tienen, cómo es su vida, si son felices,...

No los quiero aburrir más, pero les pido un favor, cuando lleguen escúchenles, siempre merece la pena conocer algo distinto e intentar vivirlo.

Un abrazo.
San Agustín

Thursday, May 04, 2006

EL SÍ DE MARÍA

"HAGASE EN MI SEGUN TU PALABRA"

Sin avisar se ha presentado el ángel de Dios.
Sin avisar se le ha pedido una respuesta.
Sin avisar, sin dar demasiadas explicaciones.
Sin avisar, sin aclarar mucho las cosas,
sin avisar, sin tiempo para pensarlo todo muy bien.

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¡Hágase!
Y algo se hace.
Y algo se comienza.
¡Hágase!
… aunque no lo entiendo muy bien
… aunque no me lo puedo explicar.

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Yo: Hágase, pero espera, Dios, que no tengo fuerzas, que no estoy preparado.
Hágase, pero ten en cuenta mi condición…

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¡Hágase!
Yo no lo dudo. Yo no sé cómo.
¡Yo confío!
¡Hágase!
Y se hizo la Palabra carne en el seno de María.

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· Dios nos busca a cada uno de nosotros como buscó a María. Tiene una propuesta para nuestra vida.
· Dios está a nuestra puerta y llama. Si le abro, como María, entrará en casa, cenará conmigo y hablaremos sin prisas.
· Me pregunto: ¿lleva ya Dios mucho tiempo, muchos días, golpeando con los nudillos de sus manos, llamando a mi puerta?
· Voy a estar atento, voy a escuchar en silencio, voy a abrir mi puerta y mis oídos a su Palabra.
· Le voy a robar las Palabras a María. También yo voy a decir que Sí: "Hágase en mí lo que quieres Tú".
· Quiero aceptar la manera activa y gozosa la voluntad de Dios: "Hágase en mí lo que quieres Tú".
· Quiero expresar mi deseo decidido, firme, de abrirme al plan vocacional de Dios sobre mí: "Hágase en mí lo que quieres Tú".


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María: Tú has sido capaz de dar, en plenitud, el sí a la propuesta y a los planes de Dios.
Únicamente tú te has entregado, en absoluta disponibilidad, a su voluntad amorosa y providente.
Miro tu ejemplo, que me ilumina y es estímulo que me impulsa hacia el compromiso cristiano en la vida.
Siento muchas veces, sin duda, la exigencia de Dios, su invitación o llamada, a participar en la realización de sus designios, grandes o humildes, importantes o de rutina diaria.
Madre nuestra María, enséñame a abrirme al Señor, a estar pendiente de su voz, y a decir SÍ con alegría.
Tu sí del primer momento, se prolongó en fidelidad a todo lo largo y ancho de tus días.
La voluntad de Dios fue tu alimento, su palabra el impulso para todos tus actos.
Dame fortaleza para aceptar lo costoso, lo amargo y lo difícil de mi vida;
dame constancia para cumplir hasta el fin, lo que reclama la vocación que Dios me ha dado.


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1. Quiero decir que sí como tú, María,
como tú, un día, como tú, María…
2. Quiero negarme a mí, como tú, María…
3. Quiero seguirle a Él como tú, María…

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Es el momento, Señor, de orientar mi vida;
es la hora de dar rumbo a mi existencia;
estoy en busca de tus pasos, de tus huellas;
quiero dejar atrás mis caminos y entrar por "tus caminos"
quiero decir SI al plan de Dios para los sueños de mi vida.

Aquí estoy, Señor, como Saulo en el camino de Damasco;
y te digo sin rodeos: Señor, ¿qué quieres que haga?
Aquí estoy, Señor, como Samuel en la noche
y te digo: Habla, que tu siervo escucha.
Aquí estoy, Señor, con un corazón disponible como el tuyo
y te digo: "Quiero hacer tu voluntad".

Señor, ¿qué quieres de mí?, ¿qué me pides?
Señor, ¿cuál es el plan del Padre para mi vida?
Señor, ¿cuál es el proyecto que quieres que realice?
Quiero, Señor Jesús, escucharte y dar respuesta a tu llamada.
Quiero, Señor Jesús, dejar todo, quedarme libre para seguirte.
Quiero, Señor Jesús, arriesgar mi camino con el tuyo.
Quiero, Señor Jesús, dejar mis miedos.
Quiero, Señor Jesús, fiarme de tu plan porque me amas.
Aquí me tienes, Señor, para hacer tu voluntad.


¿Religioso?

Friday, April 28, 2006

¡TU ERES MI DIOS!



¡OH DIOS!

¡TÚ ERES MI DIOS!

Tú eres el único que llena mi corazón

y mi alma.

Tú eres mi verdadera felicidad.

Tú eres mi alegría, mi paz,

mi descanso.

¡TÚ ERES MI DIOS!

En Ti se sacia mi sed.

A Ti es a quien verdaderamente busco.

En Ti encuentro lo que anhela todo mi

ser.

¡TÚ ERES MI DIOS!

Quiero ser siempre consciente de tu

amor

y

de tu presencia.

Tú me amas gratuitamente.

Estás siempre conmigo.

¡TÚ ERES MI DIOS!



Mercedes
FELIZ CON DIOS



Wednesday, April 26, 2006

JESUS


Jesús.

Imagínate a Jesús.
Siempre haciendo el bien.
Siempre pensando en los demás.
¡Cómo atraía Jesús!
¡Cómo sería su mirada!
¡Cómo sería su bondad, su amabilidad!
Todos le seguían, le admiraban, le querían.
Todos los de sencillo corazón.
Rodeado de pobres, enfermos, pecadores.
Acudían a El.
Le buscaban.
Siempre consolando.
Siempre ayudando a todo el que le necesitaba.
Siempre haciendo felices a los que le rodeaban.
Siempre amando.
¡Qué personalidad la suya!
¡Qué sencillez y al mismo tiempo qué majestad,
qué autoridad,
qué coherencia entre su hacer y su decir!

Quiero dejarle vivir en mí y poder decir como san Pablo:
"Vivo yo más no soy yo es Cristo el que vive en mí."


Mercedes
FELIZ CON DIOS


Wednesday, April 19, 2006

FUERZA PARA BUSCARTE






Fuerza para buscarte



Señor y Dios nuestro,
nuestra única esperanza,
no permitas que dejemos de buscarte por cansancio,
sino que te busquemos siempre
con renovada ilusión.

Tú, que hiciste que te encontráramos
y nos inculcaste ese afán por sumergirnos
más y más en ti,
danos fuerza para continuar en ello.

Mira que ante ti están nuestras fuerzas
y nuestra debilidad.
Conserva aquellas, cura ésta.
Mira que ante ti están nuestros conocimientos
y nuestra ignorancia.

Allí donde nos abriste,
acógenos cuando entremos.
Y allí donde nos cerraste
ábrenos cuando llamemos.

Haz que nos acordemos de ti,
que te comprendamos,
que te amemos.

Acrecienta en nosotros estos dones
hasta que nos trasformemos completamente
en nuevas criaturas.


San Agustín.





Hablar con Dios

Monday, April 17, 2006

"Jesús poniendo en él los ojos, le amó..."


"Jesús, poniendo en él los ojos, le amó"


Lectura evangélica (Mc 10, 17 22)

Se ponía ya en camino cuando uno corrió a su encuentro y arrodillándose ante él, le preguntó: "Maestro bueno, ¿qué he de hacer para tener en herencia vida eterna?"

Jesús le respondió: ¿Por qué me llamas bueno? Nadie es bueno sin sólo Dios. Ya sabes los mandamientos: No mates, no cometas adulterio, no robes, no levantes testimonio falso, no seas injusto, honra a tu padre y a tu madre."


Él, entonces, le contestó: "Maestro, todo eso lo he guardado desde mi juventud."

Jesús, fijando en él su mirada, le amó y le dijo: "Sólo una cosa te falta: vete, vende lo que tienes y dáselo a los pobres y tendrás un tesoro en el cielo; luego, ven y sígueme."

Pero él, al oír estas palabras, se entristeció y se marchó apenado, porque tenía muchos bienes.

Reflexión


<>

Este es el amor del Redentor: un amor que brota de toda la profundidad divino-humana de la Redención.


En él se refleja el eternos amor del Padre, que <>.

El Hijo, lleno de ese amor, aceptó la misión del Padre en el Espíritu Santo, y se hizo Redentor del mundo. El amor del Padre se reveló en el Hijo como amor que salva.

Precisamente ese amor constituye el verdadero precio de la Redención del hombre y del mundo.
Los Apóstoles de Cristo hablan del precio de la Redención con una profunda emoción:
<>, escribe San Pedro.


<>, afirma San Pablo.


La llamada al camino de los consejos evangélicos nace del encuentro interior con el amor de Cristo, que es amor redentor.

Cristo llama precisamente mediante este amor suyo.

En la estructura de la vocación, el encuentro con este amor resulta algo específicamente personal.


Cuando Cristo <>, llamando a cada uno y a cada una de una de ustedes, lo hace con aquel amor suyo redentor; y cuando se dirige a una determinada persona de manera definitiva, toma al mismo tiempo características esponsales: es decir, se dice amor de elección. […]


Han elegido a Jesús de Nazaret, el Redentor del mundo, escogiendo el camino que Él les ha indicado.Este camino se llamaba también el camino de perfección.

Conversando con el joven, Cristo dice: <>; de modo que el concepto de <> tienen su motivación en el misma fuente evangélica. […]


[…]La llamada a la perfección pertenece a la esencia misma de la vocación cristiana. (Exhortación apostólica Redemptionis donum II, 3,4, 5)

Sólo Dios


Sólo Dios puede dar fe... Pero tú puedes dar tu testimonio.

Sólo Dios puede dar la esperanza... Pero tú puedes devolverla a tu hermano.

Sólo Dios puede dar el amor... Pero tú puedes enseñar a amar.

Sólo Dios puede dar la paz... Pero tú puedes sembrar unión.

Sólo Dios puede dar la fuerza... Pero tú puedes animar al desanimado.

Sólo Dios es el camino... Pero tú puedes señalarlo a otros.

Sólo Dios es la luz... Pero tú puedes hacer que brille a los ojos de todos.

Sólo Dios es la vida... Pero tú puedes hacer que florezca el deseo de vivir.

Sólo Dios puede hacer lo que parece imposible... Pero tú puedes hacer lo posible.

Sólo Dios se basta a sí mismo... Pero prefiere contar contigo.

Reflexiones en torno a la vocación:

La vocación no es una luz cegadora que aparece en la vida de los hombres de forma evidente.


Es la capacidad de dialogar con las oscuras urgencias del mundo, con el corazón de Dios que es Padre de los pobres.


Es poner la vida en juego: llevar a los hombres en el corazón y el corazón en las manos.


Si comprendes así la vocación, desde la trascendencia del diálogo con Dios, podrás interpretar tu propio proceso desde esta nueva perspectiva.


Comprender la grandeza de una misión y la dignidad que te da ser colaborador de Dios, te llevará a un mayor conocimiento de ti mismo, y a una clara superación, no ya con el objetivo de triunfar individualmente, sino para convertirte en un verdadero instrumento del Espíritu.

La misión en el sentido espiritual contiene evidentemente un compromiso social, pero da a este compromiso un sentido más profundo, capaz de responder a las situaciones más difíciles, en las que el hombre se tropieza con la limitación y con el misterio del pecado y del mal.

El don de sí mismo en una misión produce en el corazón del hombre la alegría, formando una actitud ante la vida que lo unifica por dentro.

Nos ofrece un testimonio de esto San Juan de Ávila, un sacerdote santo del siglo XVI:
“Buen manjar ofrece con amarga salsa quien sirve a Dios con tristeza, porque Él más quiere en el dador alegría, que a la dádiva, y agrádale mucho el corazón libre de toda desaprovechada tristeza, cual lo tenía David cuando decía: Aparejado está mi corazón, Señor aparejado está mi corazón.


Dos veces está aparejado, porque de tan buena gana sirve a Dios en la adversidad como en la prosperidad, tan buena cara hace a los azotes como a los halagos y está presto a subir a Dios con el pensamiento y a bajar al prójimo para aprovecharles”.